jueves, 28 de febrero de 2013

RETOMANDO EL BLOG: UN PASEO POR LA JANDA

  Dos años sin actualizar el blog es demasiado tiempo. No pondré excusas, simplemente me he dedicado a otros menesteres. Y no es que no haya salido al campo, simplemente no lo he registrado en el blog. Pero como todo tiene un comienzo y un fin, me he propuesto retomar estas entradas con mayor frecuencia. Y que mejor que empezar con una salida de hoy mismo, cuando aún están frescas en la mente-y en la tarjeta de memoria- las imágenes vividas en el campo. La jornada de hoy se ha desarrollado en La Janda, en compañía de la familia y de mi gran amigo Jose maría Fernández Zapata y su mujer, Inma. 


Entramos desde Benalup, en un día frío y desapacible, con alternancia de claros y nubes y viento del noroeste, hacia las 11 de la mañana. Ya antes de entrar pudimos ver en el cielo abundantes bandos de milano negro (Milvus migrans), que desde hace algunas semanas están regresando desde sus cuarteles de invierno. Y mientras unos llegan otros se van marchando. Es el caso de las grullas (Grus grus) de las que ya apenas quedan ejemplares por nuestras tierras. Tuvimos la suerte de ver quizá a las últimas representantes de la especie que, en número aproximado de 60, sobrevolaron nuestras cabezas con su habitual vociferío. 


 Mientras contemplábamos las grullas, un bando de 20 moritos (Plegadis falcinellus) con su impresionante plumaje nupcial llegaron volando y se posaron en un campo cercano donde estuvieron alimentándose entre el fango durante un rato.




 Jilgueros, trigueros y tarabillas alegraban las alambradas durante todo el recorrido.


 Un poco más adelante en el camino nos sorprendió un ejemplar juvenil de cigüeña negra (Ciconia nigra) que, confiadamente, se paseaba por el carril mirando de soslayo nuestros coches sin que pareciera importunarle mucho nuestra presencia. Al cabo de un rato levantó el vuelo para dar un par de pasadas sobre nosotros y posarse en un campo tras el vallado, a poca distancia. Nos permitió disfrutar mucho de su contemplación y de los detalles de su plumaje juvenil, probablemente cercano ya a convertirse en adulto  puesto que el color de su pico y patas era rojo.





Bandadas de ánades reales (Anas platyrhynchos) sobrevolaban los cielos de un lado para otro en número considerable, desplazándose entre las numerosas zonas inundadas tras las recientes lluvias y los canales que drenan la zona.



 Entre los canales y zonas aledañas pudimos observar numerosas aves acuáticas: cormorán grande (Phalacrocorax carbo), garza real (Ardea cinerea), espátula (Platalea leucorodia), polla de agua (Gallinula chloropus), calamón (Porphyrio porphyrio)…






 Un par de críalos, las siempre presentes grajillas y algunas abubillas en grupo nos animaron durante buena parte del recorrido.



En uno de los caserones, camuflado entre los cipreses nos esperaba un elanio (Elanus caeruleus). Cuando echó a volar pudimos observar que se encontraba marcado pero por desgracia el día se había cerrado ya (pronto empezaría a llover) y la luz era muy escasa por lo que la marca es prácticamente ilegible a pesar de haber intentado procesar la foto.






 En definitiva, un día de pajareo bastante completo, de los que dejan ganas de repetir pronto.